En esto de la creación y difusión de contenido cultural, artístico o creativo a través de internet, nos está tocando vivir una época en la que se están dando por sentadas varias cosas:

  1. Cualquier creador es dueño del objeto de su creación, y ostenta por tanto sobre el mismo lo que se llama derecho de autor;
  2. Cualquier autor, como es lógico y evidente, aspira a ver remunerado monetariamente el esfuerzo empleado en el proceso de creación, o al menos lo intenta, o no le haría ascos a la circunstancia;
  3. El único problema existente es que algunos quieren seguir con un sistema de remuneración antiguo y obsoleto, mientras que otros visionarios saben adaptarse a las nuevas tecnologías. Los primeros intentan coartar el progreso de los segundos. Pero los puntos 1 y 2 están fuera de toda discusión para todos.

Pero, en medio de todo el maremagnum de posts y mails y tweets y comentarios y demás ríos de tinta digital que se han vertido estos días con relación a la Ley dichosa y al Manifiesto dichoso, este post de desencadenado.com me ha hecho reflexionar mucho.

Ahora tocaría que me explayara el equivalente a tres folios contándoos lo mucho y bueno que he reflexionado, pero quiero hacer caso a este acertado amigo. Así que sólo voy a resumir que:

  1. No quiero que Incrédulos Podcast tenga dueño, ni voy a reivindicar derechos de autor;
  2. No aspiro a ser remunerado de ninguna forma pecuniaria o crematística por la realización de Incrédulos Podcast;
  3. Por lo que hace a Incrédulos Podcast, no me importan lo más mínimo el o los revolucionarios sistemas de remuneración que vayan surgiendo en este ocurrente mundo de las nuevas tecnologías.

Leyendo con relación a copyright, copyleft, licencias tipo creative commons y demás formas de distribución y difusión de información y cultura, he llegado a la conclusión de que sólo hay una que se adecue a los anteriores principios y, por lo tanto:

Incrédulos Podcast va a pasar a ser de DOMINIO PÚBLICO. Eso quiere decir que cualquier persona:

  • Podrá cortar, copiar y pegar, total o parcialmente, cualquier episodio o extracto de Incrédulos;
  • Podrá reproducirlo, distribuirlo, difundirlo, hacer que alguien lo quiera y que otro lo aborrezca;
  • Podrá coger de aquí, poner de allá, mezclar por acullá, darle la vuelta como un calcetín y hacer que Incrédulos Podcast diga lo que nunca dijo;
  • Podrá hacerlo, por supuesto, sin reconocer la autoría de nadie, ni pedir autorización ni preavisar nada de nada;
  • Podrá incluso decir que es suyo propio, o que nunca lo fue;
  • Podrá aplicarle el sistema de remuneración de mayor éxito de la podcastfera entera, y forrarse hasta que los euros le salgan por las orejas, sin compartir una chiquita con quien esto suscribe;
  • Incluso podrá descargar el archivo, reenviármelo inmediatamente por mail, y no escucharlo nunca.
  • En general, podrá hacer con los episodios de Incrédulos Podcast LO QUE LE DÉ LA GANA (salvo actividades contrarias a la ley, la moral y el orden público: es decir, queda prohibido torturar hasta la muerte al vecino del 5º obligándole a escuchar una y otra vez el episodio de la homeopatía).

Yo, por esto de la identidad y de seguir sabiendo quién soy, y que soy yo cuando me leo por ahí, sólo conservaré la titularidad del logo de Incrédulos Podcast, su nombre y, en general, su imagen.

Pero tanto los audios o archivos sonoros propiamente dichos, como el contenido de los artículos o posts que los acompañen, pasarán a ser por entero de dominio público.

Todo esto necesita de un montón de pasos que tengo que dar en los próximos días, así que, cual corte constituyente, se abre ahora un PERÍODO DE TRANSICIÓN en el que ocurrirán unos cuantos cambios:

  • Como toda la música que he utilizado hasta ahora era con licencia Creative Commons incompatible con el dominio público, reeditaré los cinco capítulos publicados hasta ahora, más las dos promos, para extraer esa música y poner la auténticamente libre;
  • Mientras eso ocurra, ceso definitivamente en la difusión de esos capítulos y promos: los he borrado de blip.tv, y editado los posts de este blog, a fin de eliminar los enlaces a los archivos de blip.tv;
  • Tengo un problema difícil de resolver: los citados episodios ya están en el aire y no puedo recuperarlos. Incluso muchos podcasts han tenido la amabilidad de publicar mis promos. Reconozco que ese problema está ahí, y que poca cosa puedo hacer al respecto. Lamento sinceramente cualquier molestia que eso pueda causar.
  • Aprovecho para resolver otro problema que tenía hasta ahora: por desconocimiento, mi cuenta iTunes había quedado vinculada a blip.tv, pues había enviado en su día el feed de esta página. Por tanto, aprovecho estos cambios para empezar de cero: he pedido que Incrédulos Podcast se borre de iTunes, y volveré a darme de alta cuando tenga los nuevos audios reeditados y el siguiente episodio listo para publicar;
  • Buscaré un nuevo hosting o alojamiento para tener «mi casa» donde almacenar Incrédulos; a partir de esa «casa», difundiré Incrédulos en régimen de dominio público a través de los distintos canales de distribución existentes: iTunes, iVoox, Miro, etc.

Mientras tanto, este blog, http://incredulos.com, será el lugar de referencia para cualquier nuevo aviso, o la publicación de los nuevos contenidos.

En verdad me lo tomo como empezar de cero, y no puedo negar que da cierto vértigo ver que iTunes ya da error, que perderé las reseñas y estadísticas recibidas hasta ahora (muchísimas gracias a quienes amablemente escribisteis una reseña en iTunes), que no volveré a emitir unos episodios a los que tengo un cariño tremendo (bueno, no es cierto, volverán en edición revisada y remasterizada, con música libre de la de verdad) y, sobre todo, que acabo de cargarme todas las suscripciones existentes, y tengo que volver a pediros a todos que, cuando la cosa ya esté preparada y si todavía tenéis ganas, os volváis a suscribir.

En breve volverá Incrédulos Podcast, y volverá, por supuesto, con nuevo episodio.

Muchísimas gracias por seguir ahí. Si os causo cualquier molestia, perdonad. Y nos vemos pronto.

Esteban (zigaurre)